Las ideas no vienen siempre con una tormenta. Muchas veces empieza como una chispita de no se qué y, cómo ya me lo conozco, empiezo a despeinarme para tirar del hilo.
Trato de garabatearla en una hoja, me levanto, me hago otro café… Mientras, Techü me mira de reojo.
Acabo delante de su mesa, hablando de todos los hilos de los que estoy tirando… La chispita no era tan pequeña…
Al verbalizar el tremendo despeinado creativo, se va ordenando en mi cabeza y aparecen puertas que me llevan a lugares donde el lápiz dibuja exactamente lo que le pido.
Algunas veces Techü lanza algún mágico “y si…” otras le doy las gracias por su escucha müttante… Siempre acabamos con un café.
Despeinate mucho esta semana, si puedes en equipo… pues mucho mejor.